Los dos podemos hacer cosas despreciables, Ender; pero si la humanidad sobrevive, habremos sido buenos instrumentos.
—¿Nada más? ¿Sólo instrumentos?
—Los seres humanos son todos instrumentos, que los demás usan para que podamos sobrevivir todos.
—Eso es mentira.
—No. Es simplemente una verdad a medias. Te puedes preocupar de la otra mitad una vez que hayamos ganado esta guerra.
(…)
Algunas veces era divertido. Algunas veces excitante, y Ender tenía que ser rápido para seguir vivo.
Murió muchas veces, pero eso no importaba, los juegos son eso: mueres mucho hasta que le coges el truco.
Orson Scott Card, El juego de Ender (Ender’s Game), 1977
[Dedidado a mi estimadísimo primo C. (Sí, otro «C» en la familia ;D)]
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