—Casi todo lo que dices te lo dicta la Razón;
¡ojalá de vez en cuando lo exclamase el corazón!
—Muchas veces he anhelado que me hablase el corazón,
pero siempre, cuando escucho, sólo oigo a mis hormonas…
Que se queden con su cuento, yo prefiero a mis neuronas:
por mucho que me hiera, yo me arrimo a la Razón.
Me siento aludido.
Por qué las cosas no pueden ser más faciles? Por qué esa tendencia a complicarse todo hasta llegar a la catástrofe?
Relajaros todos. Síndrome postraumático. Es el 11s.
Ya se que no tengo Razón.
Perdón.
La gracia está en el equilibrio.
Perdona.
Es la ultima vez. Lo juro.
Jaja. Perdón. Pero justo ahora al leer esto de nuevo. Y ahora si que no tengo razón. Se me sale el corazon.
A mí el equilibrio me lo da la Razón. Al fin de al cabo las neuronas y las hormonas no viven de modo independiente. Equilibrio inestable, que le dicen…
Taro, qué bonito pareado
Y deja de pedir disculpas, que me recuerdas a mí misma ;p