Un oficinista poeta uruguayo que trabajó para Will Smith, que estudió en la «Escuela Raumsólica de Logosofía» tras abandonar el Colegio Alemán al inicio del Tercer Reich no fuera a ser, que se muere el Día de las Letras Gallegas y es entonces cuando todo el mundo se acuerda de que habría que haberle concedido el Nobel o el Cervantes…
Al lado de las benedett(h)eces, las calito(h)eces no tienen nada que hacer…
Amén.
Exacto. Es triste, pero es así.