No somos más que escupitajos en el océano cósmico.
Deja un comentarioDetritus neuronales publicados para su reciclaje. Neuroecologismo desde 2002. Probablemente la única bitácora víctima de la saña de Borjamari que sigue en línea.
No somos más que escupitajos en el océano cósmico.
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